domingo, 2 de noviembre de 2008

Etapa XI. Viajando con amigos



Cuando pensé en viajar a Argentina, tenia la expectativa de encontrarme con un país de paisajes espectaculares.
Buenos Aires, la Patagonia, los Andes, la tierra del Fuego, poder ver el Perito Moreno... Todo esto durante cinco semanas de vacaciones, Joder!!!
Como uno se puede imaginar la emoción y la ansiedad por empezar el viaje eran de dimensiones exageradas, y todo esto acompañado de David, uno de mis mejores amigos y por lo tanto como de la propia familia.



Pero cuando uno piensa en viajar, no sólo lo hace con la intención de mirar, sacar fotos, comer y descansar. Sino que se piensa un poco en la posibilidad de romper el mito del turista y ensanchar la visión que se tiene del mundo, intentar intercambiar ideas, opiniones, conocimientos... en resumen, crecer un poco más como persona.





En todos los sitios que hemos estado, hemos conocido un montón de gente dispuesta a: ayudarnos cuando nos hemos perdido; charlar un rato compartiendo una cerveza; enseñarnos porqué este país se llama Argentina; cagarse de risa con nosotros, de nosotros y de todo lo que se nos pusiera delante en ese momento; discutir desde diferentes puntos de vista; jugar al truco y al chancho; hacernos de guías por los infinitos rincones de ese monstruo que se llama Buenos Aires; perder la noche y esperar a que salga el sol...


Todo esto porque sí, sin esperar nada a cambio, curioso no? en el mundo donde estamos donde nada es gratis, y hay que pagar hasta por morirse.

Y por suerte, ahora ya de vuelta en casa, cuando hago la valoración de lo que ha significado la aventura argentina me doy cuenta de que tanto como me ha fascinado lo que he visto, que no es poco, poco seria sino hubiera compartido todo con las personas con las que nos cruzamos.



He podido conocer mucha buena gente, muchos argentinos por donde estábamos, pero también otras personas de diferentes lados del mundo.


Todo esto da de pensar de que no todos estamos pervertidos por el sistema de vida que nos ahoga cada dia, y que todavía hay quien da sin esperar recibir, simplemente por el placer de dar.




Este último post va dedicado a todos vosotros, a todos los que he conocido, y que los muy ladrones, me han robado un buen pedazo de cariño, y que espero que un dia nos volvamos a ver, no para que me lo devuelvan, sino para que se puedan quedar un poco más.


Recordando la frase de la que se apoderó Julio Cesar Gil os digo hasta pronto a todos.

"LA PUCHA SI VALE LA PENA VIVIR"

































Etapa X. Darrers dies a Capital Federal

Després de passar uns dies magnífics a Iguazú, decidim iniciar la darrera fase del nostre viatge retornant a Bs As, per tal d'aprofundir en aquesta gran capital i amb la intenció de relaxar-nos una mica abans de retornar a la puta rutina. Així que tornem a pillar un bus, acompanyats de la nostra nova companya de viatge Agnieszka, que també cap a Bs As. Com podeu veure les condicions per a realitzar un viatge tan llarg són durisimes, però nosaltres ja estem curtits en mil batalles i ens adaptem perfectament a tot. A Bs As, ens retrobem amb gent coneguda, amics que hem fet pel camí del nostre viatge, i que ens ajuden a veure la ciutat d'un altre forma, d'aquesta manera + ser la segona vegada que trepitgem aquest terra, un te la sensació de no fer tant el turista i es passeja més relaxat. Visitem un altre cop els diferents barris de la ciutat, anat a cementiris, catedrals, fires, bars, cafes, restaurants, parcs, jardins .. i boliches.






.La setmana que teniem prevista tranquila es converteix en un devenir d'activitats que a ritme frenètic i acompanyats d'un constant bon temps els dies passin volant i la
setmana s'acabi en un plis-plas.



Deixo d'escriure, doncs ja de retorn a la llar fa mandra, molta mandra, però si que posarem unes quantes imatges per allò de que parlen per si soles: